Estando ya en mi casa sosegada.

Adquisisión del mercadillo de mi pueblo.

Ayer según llegué a mi casa, lo primero con lo que me encontré fue con mi vecinita Erica chupando el cristal del portal, y a las 4 de la mañana unos vecinos de dos casas más arriba empezaron a discutir sobre su divorcio y sobre la manunención de sus hijos. la culpa de todo al parecer la tenía la suegra que era un mal bicho.
Ah!, se me olvidó contar cómo acabó finalmente lo de la pantalla del ordenador!. Bueno, pues aprovechando que ni mi hermano ni yo estábamos (porque nos hemos ido solos de vacaciones) los maravilloso señores del monitor vinieron a las 9 de la mañana del martes en que se cumplía el segundo plazo de entrega. Tuvo que recogerlo mi querida madre que no tenía ni idea de lo que iba la historia. Menos mal que le dí instrucciones precisas de que abriese la caja y comparase lo que había dentro con una foto que la dejé del anterior monitor, porque como yo ya no me fío, pues todas las precauciones son pocas. Todo parece correcto, aunque yo no sé si es porque me acostumbré al otro monitor SAMTRON que era enorme, aunque sólo tenía 17 pulgadas, que no sé... este lo veo como raro. Creo que es más pequeño que el otro que tenía de 19 pulgadas. Pero mirad, con lo que estoy pasando ya es que creo que me da igual todo. Mi hermano dice que sí son 19¨ y yo digo que por favor, que me dejen que sólo soy una pobre chica con depresión profunda y un doloroso estigma.

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