Si mal no recuerdo el episodio más dramático de mi insomnio fue la primera vez que me presenté al examen del carnet de conducir. Había dormido 8 horas en 3 días. A todo esto, para acabar con los nervios, me había drogado con un número indeterminado de valerianas que pensé que me llevarían a la muerte, pero no, menos mal. Encima me las tomé en vez de con agua (o con vodka como debería ser dada mi situación) me las bebí con tila, lo que me provocó un estado semi-comatoso pero que me permitió hacer un examen aceptable para todo el mundo menos para el gañán del examinador. Después del estrepitoso fracaso conductor, aquella noche sólo dormí un par de horas, y eso que iba más "colocá" que Courtney love en el cumpleaños de Amy winehouse.
Hay otras cosas, a parte de mis preocupaciones psicológicas, que no me dejan dormir y son por ejemplo los debates, los cuales he decidido no verlos porque me ponen enferma, me estresan y duermo menos (aprovecho para pedir por favor mayor presencia de abogados en los programas de televisión, que son los que verdaderamente saben de derecho y de procesos políticos y judiciales) y aunque me duela decirlo, la sori también es una causa fundamental de mi estado drogá permanente, ya que cuando viene a dormir conmigo se duerme en mis riñones causándome no pocas molestias, así amanecemos, yo, medio en el suelo y ella enrollada en la sábana y las mantas roncando como una bendita, porque claro, ella ha dormido como una reina y yo en cambio, como la princesa del guisante.
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