Resultado de mi supervivencia extrema por las calles madrileñas.

Hoy me he levantado un poco menos dolorida de las piernas. parece que la sangre está volviendo a fluir por mis venas gracias a Trombocid (no me imagino mi vida sin esta crema), eso sí me van a salir más varices, pero me da igual porque en breve me las voy a quitar. Pero los pies los tengo como si los hubiese batido con la minipimer. Aquí os dejo las bailarinas que llevé durante aquellos aterradores momentos y testigos mudos de mi travesía por el infierno. Viéndolas os hacéis una idea ¿no?

He tenido la deferencia de quitar la sangre porque sino ya estaríamos hablando de gore. Mis vaqueros J Brand han ido también a la basura. Estaban asquerosos. A ver si aprendo la lección y sólo me compro los vaqueros e H&M que son baratos y más sufridos.

Lo bueno es que mi madre me ha comprado 3 pares de bailarinas en el sfera para que tenga una buena recuperación y que el suceso no me traumatice en exceso.

Y quiero aprovechar la ocasión para dar las gracias a Solan de cabras, cuya agua impidió mi muerte segura por deshidratación, al kioskero que me regaló las chucherías que me nutrieron y me dieron energy para conseguir mi objetivo y por supuesto a Clinique cuya crema hidratante con FP 20 evitó que volviese a mi casa achicharrada y convertida en la cangreja Sebastián.

Todo parece indicar que ya mañana estaré plenamente recuperada.