Apropiación indebida.



Recuerdo el día en el que mi padre trajo a la sori en una caja de cartón y todos decidimos quererla y mimarla dándole todo lo que quiera.

Hoy sufrimos las consecuencias de haberla malcriado cual jovenzuela de beverly Hills.

Como bien sabéis, la sori ya tiene en su propiedad, un radiador, un cacharro que da aire, dos cojines, uno hecho relleno de lana merina para el invierno, y otro de algo que no sé qué es pero que lo hace cómodo y fresco, tiene su manta, su cinturón de seguridad, su almohada pikolín y sus juguetes, bueno pues ¡¡Quiere más!!!.
Ahota quiere apoderarse dle sofá-cama que mis padres me han comprado. como todavía no me mudo (lo haré calculo que dentro de unos 20 ó 30 años) lo he usado para poner mi esterilla de pilates. Bueno, pues el otro día y con una malicia impropia de un perro, sino más bien de un gato, la vi subirse en el sofá y tirar mi esterilla par comodarse y dormir su siesta diaria de 16 horas. No dije nada, porque como es tan pequeña y tan riquita pues me hizo gracia, pero es que hoy he visto cómo había subido su almohada pikolín al sofá con todo el descaro dle mundo. Y ahora cualquiera la dice nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mery, darling, estás malcriando a una estrella. No la mandes a que te selle la quiniela, que no vuelve.

Mery Fence dijo...

Cría crows y te sacarán los eyes!!!!!!!!