Inscripción real en el único retrato de Hyeronimus van Acken

¿Qué ve, Jerónimo, tu ojo atónito?
¿Qué la palidez de tu rostro?
¿Ves ante ti a los monstruos y fantasmas del infierno?
Diríase que pasaste los lindes y entraste en las moradas del Tártaro,
pues tan bien pintó tu mano cuanto existe en lo más profundo del aveno.

No hay comentarios: