Almost Tiffany´s





Me encanta que las historias como la que os voy a contar, vengan a buscarme.

Hace unos días me encontraba buscando una chaqueta parecida a la que le vi a una amiga de mi abuela que lleva para ir al bingo porque dice que le da suerte. Era así como las típicas estas de chanel, pero que combinase negro, blanco que son los dos únicos colores que me gusta vestir.
No sabía muy bien por dónde buscarla, así que me fui al Paseo del Monger (nombre ficticio) donde hay varias tiendas de moda viejuna.
Me fui desmoralizando poco a poco, primero porque yo pensaba que había bastantes tiendas y sólo había 3 por lo que mis posibilidades de encontrar mi ansiada chaqueta, se reducía.
En la primera tienda ni siquiera llegué a entrar, porque sonaba a toda pastilla la oreja de Van Gogh y yo no puedo pensar con claridad con esa música. Las otras dos tiendas eran de tallas grandes (¿se puede saber dónde estaban estas tiendas cuando yo estaba gorda?). Así que tomé camino a mi hogar cabizbaja.
De repente un brillo me deslumbró. Era un escaparate COMPLETAMENTE LLENO DE BROCHES, PENDIENTES Y ANILLOS, y yo, que en otra vida debí ser urraca, quedé fascinada con el embrujo y encima que ponía REBAJAS, entré directamente en éxtasis.
Pasé despacio. Era súper-pequeña, a ambos lados había como una barra de la que colgaban abrigos de plumas, sombreros y demás vestuario estrambótico que parecía diseñado exclusivamente para mí.
Allí no había nadie.
Empecé mirando los broches muy concentrada. De repente el maniquí que había sentado en una silla se levantó diciéndome que me probase todo lo que quisiese. Imaginaós el susto que me di, grité y todo un poco. Ambas nos empezamos a reir. El maniquí en cuestión era una mujer un poco más alta que yo de cincuenta y tantos años, con una especie de moño y muy guapa. No tardamos en entablar conversación sobre los temas más triviales, que si los sustos, que si el estrés en que vivimos, que si la crisis...y pronto empezaron las confesiones. Me contó que ella en su juventud había sido modelo y que había comenzado su carrera siendo Miss. Me contó un montón de historias de juventud. Estuve en la tienda cerca de 2 horas, absolutamente encantada. Compré un montón de cosas y la mujer me regaló otras tantas.
Puede que haya sido la camapaña dé márketing más original y efectiva que haya visto en mi vida. Le prometí volver...y allá me dirijo en este momento.

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