
Ayer me miré en el espejo. Ni una ojera. Ni una imperfeción. El pelo perfecto y brillante ¿qué estaría tramando mi organismo en esta ocasión?¿por qué me sorprendía tan gratamente ofreciendoe una lozanía poco usual en mí?, no tardé en descubrirlo. me subí al 27 para irme de compras por Nuevos Ministerios, que es mi zona preferida, tiene las mismas tiendas que el centro, pero menos gente. Quería con todas mis fuerzas comprarme un vestido para nochevieja en el zara de plumas que había visto (ya puedo desvelarlo, porque como no quedaba mi talla, no me lo compré, no obstante he de decir que pienso sorprender a todos con el vestido que me pienso comprar). De repente, estaba mirando unas camisetas psicodélicas y súper-underground, de ésas que sólo se ponen las borrachas, cuando de repente, un dolor en la espalda me dio un respingo. No podía tragar, mi lengua se había convertido en un estropajo y mi gargante me dolía horrores. Me arrastré como pude entre la sección de ropa para chonys buscando la salida, y pensé que ya me podía haber pasado todo eso en H&M que es el mejor lugar en el mundo, y dond eme tratan súperbien, aunque gaste una 42-44. Mientras me arrastraba basjo la atónita mirada de pijas sin compasión encontré unos zapatos rojos de oferta que me compré y que ahora tengo que descambiar. llegué al autobús y estaba lleno, para variar, las piernas me temblaban de la misma manera en que me tiemblan cuando llevo más de un cuarto de hora sin comer. Encuentro un sitio donde me coloco perfectamente como una pieza del tetris. Delante mía había una señora mirándome fijamente con cara de mala, enseguida la bauticé como ángela chánin, sus ojos me provocaban diciéndome: "mira, yo estoy sentada, y tú estás ahí medio muriéndote de dolores, te está bien merecido", y yo intentaba con mis ojos dar pena a laguien, pero claro, no se puede dar pena con una bolsa de zara (también conocida como la tienda que se inventa las tallas) en la mano. Como estoy loca, me bajé en atocha y me fui al natura para comprarme un antifaz contra las ojeras. llegué a casa y me puse a dormir.Hoy por fin he descubierto el misterio de mi cuerpo: el estigma, que me pone guapa para que me jorobe más quedarme en casa. Con el fin de semana que me esperaba. Qué asco!. Mi abuela que se ha enterado que estoy con un pie en la tumba (por cierto, si me muero quiero que me pongan una escultura en mi tumba como las de las fotos, que se titula: autopsia de paris hilton) me ha traído una manta de lux y una revista de cotilleos, que era el HOLA de cuando se casó el hijo de la tita cervera.
Me voy a ver ahora mismo Instinto básico 2: adicción al riesgo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario