Y yo me quedo más muerta que viva.

Hoy llega a mis ojos un artículo de TIMES ONLINE (oye, qué pasa, cada uno lee lo que quiere) fechado el día 28 de octubre del 2007 titulado "Hello Kitty: Some of the most beautiful women – and the latest hot model – look just like cats. Our correspondent knows why" y escrito por una tal Emma Forrest. En este artículo en cuestión se nos dice más o menos que las facciones femeninas pueden clasificarse en:
  • Gatos.
  • Perros.
  • Caballos.
  • Conejos.

Pensadlo bien, porque es verdad. Al grupo de los gatos pertece Michelle Pfeifer, la Jolina, Audrey Hepburn, Halle Berry, Vivien Leigh. A los perros Liz Hurley y Gwyneth Paltrow, a los caballos: Madonna, Liv Tyler (y una servidora), a los conejos: Claudia Schiffer. Yo añadiría otra clasificación más: la de pájaros (o pájaras-quiero aclarar, que estoy utilizando el género masculino para no herir sensibilidades para no decir que tal o cual tiene cara de perra, o de coneja o de caballa (también conocida como japuta en los mercados más castizos, qué barbaridad, todo deriva siempre a lo mismo) Y la de ratas, a la que pertenecería Inger Nilsson, la niña de Pippi calzaslargas. A mí no me hace gracia ser caballo, yo quería ser perro, pero, mi cara alargada, mis pómulos de modelo ucraniana, mi nariz gibosa y mi larga melena y mis dientes alineados me delatan como más bien equina. Pues vale.

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