Intentando hacer el bien a la sori la he convertido en una pequeña drogadicta.
Desde que nos dijeron que lo que le pasaba a la sori no era por su útero, sino porque tenía lumbago, la sori no ha parado de tomar medicamentos (muchos de ellos derivados de la morfina), de dormir y de comer. La recomedaron reposo absoluto y ella lo ha seguido a rajatabla.
Por cierto, ignorad mi espantoso pijama, pero es que ya hago bastante el pijo en mi vida diaria y a mí también me gusta de vez en cuando ser una guarra. Además este es nuevo, nunca me lo habíais visto.
3 comentarios:
¡¡Yo tengo que conocer a Sori!!
Y si se engancha, siempre la puedes llevar a la Clínica Betty Ford.
Ya nos conocerás y querrás olvidar ese día, jajaja.
Mujer de poca fe.
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