A todo gas.

Queridos amigos. Ayer pude morir bajo los escombros de este edificio en el que habito sito en la calle friki.
Los hechos ocurrieron al medio día de ayer. Estábamos en casa mi padre Peter Fence, mi madre josephine martin-fence, la sori y yo. Bueno pues estábamos todos viendo el programa de Curry Valenzuela al que soy adicta, no sólo por las opiniones vertidas por los colaboradores, sino por los estilismos de la curry, que me encanta y porque yo de mayor quiero ser como ella. Mi padre, que por alguna extraña razón, no puede soportar el programa se fue a mirar por el balcón con la sori, y mi madre estaba comiendo porque se iba a trabajar pronto.
De repente veo que mi padre viene diciendo que los bomberos y la policía estaban en la puerta de casa con las sirenas encendidas. En ese momento pensamos que Julito Tecno había hecho de las suyas, como fabricar una bomba casera o un cócktel molotov, adoptar una rata como mascota de la comunidad, cortar los cables del ascensor o cualquier maldad tan solo propia de él.
El caso es que mis padres tenían que salir porque mi madre se tenía que ir a trabajar acompañada por mi padre. Yo estaba cagada de miedo por quedarme sola, ya que soy una psicótica y claro, yo ya me imaginaba que nos iban a evacuar o algo, así que me fui corriendo a cambiar de ropa, porque pensé que luego si venían los de Madrid directo a entrevistarnos, no podía dejarles que me viesen en pijama de leopardo (con bragas a juego) y con la mascarilla en el pelo. Me puse los vaqueros y me dejé la mascarilla (y las bragas), pensé que sería mucha vergüenza que me viesen así, pero me di cuenta del posible peligro que podría correr mi vida y en el dinero que les he costado a mis padres y ya me dio menos reparo. Además la actriz Andie McDowell sale así anunciando tintes para Lòreal así que me conformé. Fui a buscar un barreño para meter a la Tiffany y a la sori por si teníamos que salir huyendo, pero no encontré ninguno (mi madre los tiene escondidos por si me vuelve a dar por hacer jabón). Todo mi plan de evacuación se estaba yendo a la mierda. No sólo moriría yo, sino también mis queridas y amadas mascotas.
Mi padre subió enseguida del portal, donde había estado hablando con los bomberos y me dijo que no pasaba nada. Que el culpable no había sido Julito, sino las viejas pellejas del tercero (que son hermanas, una morena y una rubia que me caen fatal) que se habían dejado el gas abierto. Y encima ahora me tengo que poner a estudiar.

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