Mujeres al borde de un ataque de nervios


Me estoy volviendo loca.

A mediados de la semana pasada uno de mis encantadores vecinos comenzó a hacer obras. Utilizan algo que es como un taladro que no sólo perfora la pared, sino también mis oídos. Seguramente esto no tendría la menor importancia, si no fuese porque esta semana ha sido muy dura para mí. he tenido fortísimas jaquecas debido a los cambios de tiempo, lo que unido al taladro creo que me han matado todas las neuronas de mi cerebro. Lo que me extraña es que todavía me quede capacidad cerebral para poder escribir. Hoy estoy mucho mejor de mis jaquecas, por lo que el ruido de la obra ya no me crispa tanto los nervios. He estado jodida de verdad. Además el sábado me puse unos zapatos preciosos nuevos que me había comprado y que me habían valido una pasta, y que he estado a punto de tirarlos porque cuando llegué a casa tenía el talón sangrando y en carne viva. Así que entre el nolotil, las valerianas, las flores de Bach, el hielo en la cabeza, el betadine y el cicactiv, me he dado cuenta de que tengo que armarme de valor por una vez en la vida e ir al médico a que me trate los dolores de cabeza.

Pero sabéis qué es lo peor?? que el asqueroso vecino que está haciendo la obra que me está matando, es un hombre súper educado y normal, que nos ha pedido perdón a todos los vecinos mediante una carta dejada en los buzones por las molestias y ruidos, además los obreros trabajan con un horario perfectamente normal que no puede dar lugar a quejas, así que como persona razonable que soy no puedo enfadarme, tan sólo compadecerme de mí misma y de mi mala suerte.

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