Kim Kardashian: el cuerpo...

Desde que adelgacé (resumen del culebrón: hace casi 3 años tenía una talla 46 y me estaba quedando pequeña. Tenía un montón de problemas alimenticios y mi vida era un desastre hasta que un día todo cambió. Más detalles en "etiquetas" y "Metamorfosis de una gorda") he estado a punto de conseguir la talla 38 en varias ocasiones a base de esforzarme muchísimo en mi ejercicio y de una dieta muy estricta que me hicieron por un momento forzarme demasiado y dejar de disfrutar con mis rutinas diarias de adelgazamiento, así que lo dejé y volví a mi talla normal: la 40.

Esta talla definitivamente es mi talla. Me encuentro muy cómoda con ella y además respeta el equilibrio de mi cuerpo.

De todos los cuerpos que sen ven, el de Kim Kardashian (talla 40 too)es sin lugar a dudas para mí el más espectacular. Moldeado a la perfección, excesivo donde tiene que ser excesivo y escaso donde tiene que ser escaso. Está en su punto, pero un poco mejor. Lo que más me gusta de Kim es que cuando la atacan con cosas como que tiene celulitis (por supuesto las feas, que necesitan acar defectos a las demás porque como ellas no tienen) ella se defiende diciendo que come y que tener celulitis es algo natural en la mujer (yo también creo que las mujeres que no tienen celulitis "algo" esconden) y que ya que vivimos en la era del photoshop pues que la pongan todo el que queiran para quitársela.

Otra cosa que me gusta de Kim es que nunca va sin arreglar. Parece algunas veces que es obligatorio tener que ir a determinados sitios sin arreglar, al más puro estilo farruquito´s wife, y que si lo haces casi tienes que ir pidiendo perdón. Además ya sabéis que le tengo manía a esas tías que son "tan naturales que no les importa su físico" (normal, la mayoría de las que dicen eso son más feas que un cojón, tardan 200 horas en "arreglarse" y por eso no lo hacen) y luego son tan perras que nos critican a las demás por llevar el pelo limpio, huir del chándal y demás macarradas y llevar siempre con nosotras nuestros polvicos mágicos de Clinique. uff, las odio, son odiosas, junto a ésas que se visten de niñas pequeñas y se pintan los labios de rojo (tipo naïf). Os juro que las metía en un avión y las abandonaba en una isla desierta a ver qué hacían las tontas del culo. Desde luego envidiarnos a las que acumulamos grasas en los lugares adecuados.