El Zooooooooo

Ayer mi hermano fue al zoo de Madrid con la facultad para que le enseñasen las instalaciones de los reptiles y tal, así que le encomendé la misión de convertirse en el reportero más dicharachero de este blog. Estrenando nuestra nueva cámara sacó estas fotos so nice para todos vosotros. ¿Recordáis cuando fui el año pasado? ¡cuántas aventuras!.

Que no cunda el pánico!!!! que aunque la cabra ésta (o lo que sea) parezca dead no lo está. Mi hermano asegura que se movía.

La tumba del famoso Chu-lín. Muchos no lo recordarán pero cuando era pequeña se vivió una fiebre chu-lín que ya era demasié.

Este es el culo que se me pondrá si sigo comiendo dim-sun de "la sirena" indiscriminadamente.

Aquí el "Kick Ass" de los pollos.

No he visto un culo más perturbador en mi vida, fijáos, si parece que tiene una cara de Bélmez.

INCISO: luego decís que si me quejo y que si gruño, pero es que vamos a ver ¿qué clase de asqueroso cerdo incívico y desgraciado tira una botella de agua al estanque y lo llena de colillas?, no hay excusa. Y si ha sido un niño que lo lleven al reformatorio que todavía habrá tiempo de hacer algo con él.

Pobre cisne, nadando entre mierda porque a la gentuza le sale de los c*j*n*s tirar los cigarrillos al agua. Se los apagaba en los mismos. Lo siento, pero el ensuciar y el defraudar a hacienda son dos cosas con las que no puedo.

Ay, por favoooor, ¿no os dan ganas de raptarle y poneroslo de chal o de haceros pendientes con las plumas?. Ten cuidao bicho, que como te pille por banda Mattew Williamson no sé qué será de tí.

Es ideal para tenerlo suelo en el jardín de un chalecito.

Lo más tierno del mundo. Los adoro.

La familia completa. Me produce una pena indescriptible verlos ahí dentro, pero me produce más pena aún pensar que si estuviesen libres los harían daño.

Conspirando.

¿Cómo pueden ser tan riquiños de pequeños y tan feos de mayor?

Aquí empieza la sección de broches y zapatos (perdón reptiles). No me gustan nada por eso he puesto poco.

THE END.

Ah, por cierto, desde aquí quiero resaltar la labor y la valía de todos y cada de los alumnos de veterinaria. No sólo poseen una absoluta dedicación digna de elogio (llegan a pasar hasta 11 horas en clase), sino que en su gran mayoría son chavales con una gran sensibilidad. Y recordar el dicho de que "Los médicos salvan vidas, pero los veterinarios salvan al Mundo".