Hasta el coño (con perdón) parte 5º.

Ya están llamando otra veeeeeeeeez

A riesgo de convertir mi blog en uno de denuncia social, hoy, amigos me veo en la obligación de iniciar una nueva lucha: contra los venderores a domicio/teléfono.
Comprendo, de verdad, que todas estas personas tengan que trabajar, pero por un momento se han parado a pensar en lo que hacen?. Su trabajo consiste en perturbar el único lugar que tanto moral como legalmente es imperturbable: nuestros hogares.
Siempre ha existido este tipo de forma agresiva de hacer negocio, pero últimamamente se está desbordando. Los vendedores telefónicos se enfrentan a tí y te contestan mal. Pero estos no son los peores, los peores son los que te llaman a la puerta de tu casa. MOLEStÁNDOTE y ALTERÁNDOTE. En mi casa cada vez que lo hacen la sori se vuelve loca a ladrar, enloqueciéndome a mí también, abro la mirilla (jamás la puerta) y veo a una señorita con una carpeta que me dice que está hablando con todos los vecinos y que la abra la puerta para que me cuente. y yo, en pijama, sin peinar, con la sori ladrando como una loca en el brazo, la tortilla quemándoseme en la sartén, le digo que no y me dice que es mi problema si no quiero pagar menos en mi factura telefónica y que ya le ofrecerá el desceunto a alguien que se lo merezca más que yo. Estas personas deberían tener cuidado, porque yo soy el resultado de mucho dinero invertido en educación y ropa cara, pero me crié en un barrio marginal y eso queridos marca mucho a la hora de que los demás te tomen el pelo. De todas formas la responsable de que estas personas entren en el edificio la tiene mi vecina la gorda que la debe hacer ilusión que vengan a visitarla aunque sean vendedores a domicilio.
A todo esto me han contado una historia espeluznante. Los vendedores a domicilio llamaron a casa de la abuela de una amiga mía. la señora es muy mayor y vive sola. Bueno, pues cuando la llamaron la mujer se asustó y fue a ver quién era, de camino a la puerta se cayó y se rompió una rodilla. Empezó a pedir auxilio a la vendedora que la escuchando perfectamente, pero para su desesperación, la vendedora llamó al piso de al lado para seguir ofreciendo ofertas y fue cuando salió la vecina que la oyó la que la ayudó PORQUE LA VENDEDORA SE HABÍA PIRADO!!. Yo no es por nada, pero según la puta teoría de la causalidad penal y d eomisión del deber de socorro, esta mujer (la vendedora) es una delincuente.
En EEUU este tipo de cosas llegó a tal límite que tuvieron que crear la ley "no call" que, aunque mandaron a millones de personas al paro, consiguió paz y tranquilidad en esas casitas que tienen todas de madera con puertecillas de cristal que tanto invitan al crimen. Estarán inseguros dentro, pero por lo menos tranquilos.

Por favor, ley "NO CALL" en ESPAÑA YA. y que NADIE jamás abra la puerta, y menos las personas mayores.

2 comentarios:

Ro dijo...

¡¡¡¡¡¡acaba con esos hijos de puta!!!!!!!

Anónimo dijo...
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